lunes, 26 de enero de 2009


La tele prendida, el temblor de una gelatina, un tremendo dolor estomacal, todo está al mismo tiempo, en el mismo lugar, pero sin encontrarse, no se miran o si lo hacen será solamente de reojo. Todo se encuentra allá arriba, donde lo imposible deja de serlo y donde el dolor se vuelve deseable, ese deseo de sufrimiento; aquel donde es maravilloso sentir una cortada, un rasguño y por qué no hasta algo más mortal, un orgasmo.
¿Recuerdas? ¿Doctor Farabeuf acaso no lo recuerda? Aún no anochecía (necesita ser de noche para que funcione, aún queda tiempo) cuando usted limpiaba el escenario, guardaba sus instrumentos, le daba los últimos retoques a la habitación, y al final mandaba llamar al afortunado. Moriremos juntos, si, muy juntos… Te amo, y porque te amo seguiré observando atentamente, enfermamente. Usted también, nunca deja de mirar, ¿le excita ver cómo sufre de dolor y al mismo tiempo muere de placer? 1, 2, 3, 4… ¿cuál corte disfruta más?
Ya todo está listo, la enfermera, las herramientas, los espectadores, los espejos (y claro, ya es de noche, llegó la hora). Ahora guarda silencio, calla tiernamente este acto secreto, déjate llevar por el entusiasmo, como siempre, eres mía y de ellos también. Pero no importa, ya nos encontráremos… Ya viene, aquí viene el maestro, listo para comenzar con el espectáculo instantáneo, para redimirte de ese recuerdo que te aleja de nosotros, de todos; intenta no gritar, no debes hacerlo, debes pensar que todo esto es un sacrificio que te dará una identidad, una experiencia, un rostro. No temas, todo lo que ocurrirá esta noche, será para bien… Deseamos tu felicidad, Farabeuf te ama y a su oficio también, el creó el procedimiento, y pues pasando el primer corte, todo se vuelve placentero. ¡No puedo concentrarme! Ya es demasiado tarde, sufriremos, así como siempre, pero lo gozaremos todos.
5, 6, 7, 8… todo es hermoso, no te asustes, tu reflejo, tu cuerpo ahí tirado, viendo como giran los dados, como se nos muestra la vida, la muerte, el destino, todo está dicho; tiraremos al mar esa estrella, puesto que ya nada es inocente, ni tu ni yo. Ahora debemos continuar, falta poco tiempo, contáremos todo, se hará lo suficiente en el tiempo exacto, ese minuto con nueve segundos es más que una eternidad, ahí en ese tiempo ocurrirá todo. La vida, la muerte, el erotismo de estas y continuaremos, siempre habremos de continuar, puesto que nada termina más que cuando se acaba nuestro reflejo.
Míralo ahí, muriendo, o ¿acaso es mujer? Esto será obra de Farabeuf, más bien es de todos, el maestro sí lo haría bien, esos cortes son burdos, cada momento ella se vuelve menos carne, se va llenando la canasta de sobras, míralo, como tiembla, como sufre, pero su cara, esa no sufre, ese rostro no muestra otra cosa que placer; ¿lo disfruta? ¿Le gusta que estemos viendo su muerte? Yo creo que sí, por eso muere a cada rato, constantemente, el rito comienza, termina y vuelve a comenzar, ese cuerpo abierto en mil pedazos, es mío, ese es mi regalo; ahora debo tomar la foto, espero atinarle a ese instante, único y vital, el de tu muerte, ese pequeño momento donde tú, yo y todo somos uno mismo, donde llegas al clímax, mueres de tanto disfrutar tu muerte, así como Farabeuf, así como yo. Fabuloso, GRACIAS, muchas gracias maestro, quizá somos la misma persona, quizá estaremos solos, o acompañados, pero todos moriremos y ahí estaremos en el mismo lugar pero sin encontrarnos, transcurrirá el mismo tiempo pero de diferentes maneras, ¿encontráremos nuestra identidad? No lo sé, ya que no somos nosotros sino la pura imagen de un espejo. Entonces, en ese lugar, nos veremos de reojo, pero fingiendo que no miramos nada, seguiremos atentamente pero falsamente nuestro dolor, y sufriremos juntos, pero importantísimo, gozaremos, moriremos de placer.

domingo, 25 de enero de 2009

El sufrimiento más intolerable es el que produce la

Prolongación del placer más intenso.

George Bernard Shaw

Aquí, ahora... a casí un año de distancia, me digno a regresar. Volveré a vagabundear con mis letras.

Nunca he sido muy fanático de mirar hacía atras, pero ahora que lo hago es gratificante saber que uno va por el buen camino, que se ha mejorado en muchos aspectos y que cada vez esta carga es mucho más llevadera (sigue doliendo pero ya sé que así será siempre). A casí un año de distancia, todo es distinto... todo cambía por una elección, una simple decisión que nos llena de algo, algo más que material, un todo que te lleva y te regala lo mejor o lo peor, sin embargo, aún en las peores situaciónes, siempre es posible elegir (aunque digan muchos lo contrario). Siempre hay opción, siempre, es sólo cuestión de detenerte y mirar con calma, mirar pero sin hacerlo, pensar sin perderte en tus pensamientos puesto que ahí residen los sentimientos más fuertes. Todo se basa en nuestras decisiones y en mi opinión el pensar lo contrario es no querer hacerse responsable de los actos, es dejar que el entorno te lleve en lugar de controlar el entornor para obtener lo mejor, no hay tal cosa llamada destino, quizá coincidencias, no lo sé... pero aunque en muchos momentos de la vida,según las circunstancias, todo indica que no hay opción, esto es mentira, en la vida todo es dualidad. Vida muerte, amor odio, elegir esto o aquello. Es por esto que siempre hay una decisión que tomar, algo que elegir, un rumbo que tomar o una muerte que vivir.


Hasta el proximo espacio sin lugar.